miércoles, febrero 14, 2007

No soy romántico

No soy romántico. Lo reconozco. Como bien dijo un amigo, soy un "racionalista de mierda". Y ese racionalismo exacerbado no me permite disfrutar de días como el de hoy. No entiendo porque tengo que celebrar el martirio de un tipo que en el siglo III se empeñó en casar parejas cristianas. Ni soy cristiano, ni me creo el rollo ése de "hasta que la muete os separe". Y mucho menos soy romántico.

Si por romántico se entiende ser capaz de escribir excelsos poemas de amor en los que se hacen rimar, sin ningún tipo de rubor, ayer con pastel, flor con amor, o teta con bragueta, no soy romántico.

Si por romántico se entiende llevar a cenar a mi pareja a un restaurante para que el camarero le entregue un anillo en el plato de postre, no soy romántico.

Si por romántico se entiende tatuarme un corazón con el nombre de mi pareja y un "para siempre", no soy romántico.

Si por romántico se entiende que debo regalar cosas de color rosa, con corazones, ositos (aunque sean de Tous) o cupidos, no soy romántico.

Si por romántico se entiende aprovechar una situación en la que hay público para declarar tu amor por alguien cantándole una canción o para pedirle a tu pareja que se case contigo, no soy romántico.

Si por romántico se entiende preparar el desayuno a tu pareja, llevárselo a la cama y disfrutarlo en la peor postura imaginable para comer (exceptuando hacer el pino), no soy romántico.

Si por romántico se entiende tener que ver juntitos películas infames de amores imposibles, de novias a la carrera, o de aburridos paseos en barca, no soy romántico.

Y no soy romántico porque no sé que tiene que ver el amor con el romanticismo. El romántico es un ser que idealiza la realidad. Su pareja es perfecta, es su razón de ser y la vida sin ella es inimaginable. Eso no es amor, eso es pura dependencia. El romanticismo solo conduce al desengaño y al fracaso. Es lo que tiene idealizar las cosas, que cuando te topas con la cruda realidad la decepción en mayúscula.

Es curioso que el acto más representativo del espíritu de los artistas del movimiento Romántico sea suicidarse por un amor no correspondido. Como bien dice mi madre: "Los amantes de Teruel, tonta ella, tonto él". Y es que hay que ser muy gilipollas, o padecer algún tipo de desequilibrio mental(transitorio o no) para suicidarse por amor simplemente porque alguien consideró que era terriblemente romántico. Este tipo de comportamientos solo son entendibles en adolescentes con desarreglos hormonales y la personalidad por formar.

Si por casualidad algún romántico confeso ha aguantado leyendo hasta aquí le recompensaré por su paciencia con la letra de una vieja canción: "El nuestro no es un amor perfecto, pero tampoco los ángeles tienen hélices. A veces te busco y solo quiero sexo. Solo quiero tu cuerpo. Y tú me dices que no somos felices".

La única felicidad es vivir la realidad como viene.
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4 comentarios:

Mikel dijo...

hombre....estar enamorado mola , da igual si celebras san valentin , st.Jordi o nada en concreto pero en el fondo mola estar enamorado y lo digo yo que no celebro Sant Valentin y que llevo 14 años (2 1/2 de casados) con la misma persona!

c.e.t.i.n.a. dijo...

Yo también estoy enamorado de mi mujer, pero me niego a participar en estas demostraciones colectivas de babas.

Candela dijo...

Yo estoy de acuerdo, una cosa es el amor y otra hacer cosas que se presuponen que has de hacer si estás enamorado. Cada cual que lo viva como quiera. Lo único que no se olvide nunca demostrar al otro que le quieres porque en estos tiempos que corren a veces se nos olvida y nos asaltan muchas dudas.

Un beso dijo...

Jaja, estoy de acuerdo, y eso que yo soy una romanticona de las buenas. Pero prefiero mil veces una mirada y un beso en el cuello a que me canten en publico jeje. El amor se demuestra con las cosas pequeñas y cotidianas, de nada sirve un San Valentin, si el resto de los dias no hay algo que lo mantenga.
Un besazo